El universo de la inteligencia artificial (IA) acaba de ser sacudido por una controversia explosiva. La gigante OpenAI, conocida por sus innovaciones revolucionarias, lanzó acusaciones contundentes contra la prometedora DeepSeek, una startup china que rápidamente ganó notoriedad en el escenario global de IA. ¿La acusación central? Robo de propiedad intelectual. La acusación, que salió a la luz la última semana de enero de 2025, alega que DeepSeek habría utilizado, de forma indebida, salidas de modelos de OpenAI para el mejoramiento de sus propios sistemas de IA.
La técnica en cuestión, conocida como «destilación», es señalada como el núcleo de la disputa. OpenAI alega que DeepSeek se habría aprovechado de los resultados generados por sus modelos más avanzados para entrenar modelos menores y más eficientes. Esta práctica, aunque no es intrínsecamente ilegal, está explícitamente prohibida en los términos de servicio de OpenAI, especialmente cuando se utiliza para desarrollar modelos competidores. Las evidencias presentadas por OpenAI incluyen supuestas capturas de pantalla que indicarían respuestas de DeepSeek demasiado similares a las del ChatGPT, el modelo de lenguaje de OpenAI.
Microsoft, socio de OpenAI y proveedor de infraestructura de servidores, también se manifestó, alegando haber detectado una movilización sospechosa de datos proveniente de China, con extracción masiva de la API de OpenAI. La empresa de tecnología estadounidense sospecha que estas cuentas están ligadas a DeepSeek. Curiosamente, DeepSeek ganó destaque por desarrollar modelos de IA con eficiencia notablemente superior, alcanzando un rendimiento 10 veces mayor que otros sistemas, en parte, al evitar el uso de la plataforma CUDA de Nvidia. En vez de eso, la empresa china habría utilizado la ejecución paralela de threads de Nvidia directamente, un enfoque complejo e inusual.
En medio de este torbellino, surge un nuevo actor chino: Alibaba, que lanzó el modelo Quen 2.5 Max. Aunque no es un modelo de razonamiento, el Quen 2.5 Max destaca por superar modelos como DeepSeek, Claude y GPT-4o en benchmarks específicos. Adicionalmente, otro modelo chino, el Kim 1.5, también fue lanzado, con alegaciones de que supera al propio GPT-4o de OpenAI en ciertos aspectos. Este escenario apunta a una acirrada competencia entre China y Estados Unidos en el desarrollo de IA, mientras que Europa parece enfocarse en otras innovaciones tecnológicas.
A pesar de las acusaciones y la controversia, DeepSeek también lanzó modelos de la serie Jan, orientados a la generación de imágenes por difusión. Aunque la calidad aún no se compara a la de modelos como Stable Diffusion o Midjourney, la iniciativa representa un modelo más de código abierto disponible para uso comercial. Este movimiento refuerza la tendencia de crecimiento e importancia de los modelos de IA de código abierto, que ofrecen alternativas y democratizan el acceso a la tecnología.